Barahona.-Tres nuevas estancias fueron puestas en funcionamiento en estas provincias donde serán atendidos y
educados 678 niños y niñas de 0 a 5 años.
Los
pequeños tienen su espacio
Los más pequeños de las familias de San Pedro de Macorís, Barahona y San Cristóbal gozan de un espacio creado exclusivamente para ellos, tras la apertura formal de los servicios de estas
estancias en esas localidades.
Estas
estancias son gestionadas por el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), organismo que garantiza la prestación de servicios a los hijos más chiquitos del
pueblo dominicano.
Los
Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI), mejor conocidos como estancias infantiles, fueron aperturados en las provincias San Pedro de Macorís, Barahona
y San Cristóbal, específicamente en zonas vulnerables sumidas en la exclusión social, característica fundamental para que estos espacios sean estructurados.
Tres
estancias infantiles
La estancia
infantil de San Pedro de Macorís, se sitúa en el sector El Brisal, mientras que la de Barahona está en el Sector Juan Pablo Duarte, Villa Central y
la de San Cristóbal se localiza en Los Molinas, próximo a la Autopista 6 de Noviembre.
A cada
estancia asistirán 226 niños y niñas inscritos previamente durante un proceso de registro. Cada infante está agrupado en aulas exclusivas para la edad a la que
pertenecen. Las aulas de 0 a 1 año acogen aproximadamente 24 infantes, mientras que en las de 1 a 2 se organizan 32, en las aulas de 2 a 3 años hay 50 niños y niñas y en las de 3 a
5 años son 60.
Salones por edad
Estas estancias
cuentan con salones independientes por edad, cada uno con los instrumentos, juegos, materiales didácticos y el equipamiento adecuado a la etapa infantil correspondiente.
También posee salas de lactancia materna, parque de juegos, comedor y enfermería.
Tienen
técnicos capacitados que ejercen roles multidisciplinarios que van desde seguridad, conserjería, psicólogos, especialistas de la estimulación temprana, animadores, entre
otros.
Los
niños y niñas llegaron por primera vez a su estancia en compañía de sus padres, quienes se comprometieron a trabajar junto a la estancia para
estimular más el desarrollo de sus hijos.
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